dejándote llevar,
como cuando quieres y puedes,
en el punto exacto donde el cielo te susurra a gritos «¡vive!» en el oído,
a golpe de música de viento,
escuchando acordes de soL a cada uno de tus pasos,
construyendo castillos en el aire donde sólo había «ójalas»,
convirtiéndote en una fiesta para todos mis sentidos,
…aL son del aire…
dejándote llevar…
-al sitio de mi recreo-
al lugar preciso en el que la suerte decidió habernos coincidido.
