cuando te despierta el tacto,
y te hace voLver justo al instante en el que eramos palabras en la misma pizarra,
en la misma corazonada,
en el mismo camino,
en la misma pregunta,
en la misma respuesta.
-No sé dónde voy… ¿me acompañas?
-Sí, a mis mariposas les encanta ese destino.