de las vacías de pretextos y de las llenas de ganas,
esas para las que no hacen falta etiquetas,
en las que un Lunes suena a viernes,
las que tienen como melodía un «¿qué, cómo, cuándo, dónde? y contigo»,
de esas de «ven» y de cómo tres letras pueden ponerte la piel de gallina,
risas con calidez de entusiasmo que susurran «te quieros» sin venir a cuento,
con las que bailas al son de margaritas que dicen «sí»,
carcajadas de «no sé qué» que saben a «no sé cuanto»…
Risas por nada… que sirven para todo,
porque sólo los viajes…
en los que se nota a kilómetros de distancia quién te quiere tener a centímetros,
son los que van a cuaLquier sueño.
