La obsoLescencia programada* de los saLtos…

y sus mil maneras de volver a empezar,

de darles la categoría de bucle,

de que su vida útil termine cayendo en una cama elástica,

de convertir un instante pequeñito en un recuerdo inolvidable,

de dar por finalizado un intento para poder tener otra nueva oportunidad,

de que en el vuelo el verbo «querer» se lleve de la mano al «estar»,

de caer y levantarse,

de no rendirse a la gravedad,

de nunca dejar un te quiero sin contestar y mucho menos decirlo sin sentirlo,

de que nuestra parte favorita de la vida…

juegue a dar saltos en la cama cada día con las personas que amamos,

de tocar la Luna…

y vueLta.

*Obsolescencia programada:

La obsolescencia programada u obsolescencia planificada es la determinación o programación del fin de la vida últil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño del mismo, este se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos procedimientos, por ejemplo por falta de repuestos, y haya que comprar otro nuevo que lo sustituya. Su función es generar más ingresos debido a compras más frecuentes para generar relaciones de adicción que redundan en beneficios económicos continuos por periodos de tiempo más largos para empresas o fabricantes. El objetivo de la obsolescencia no es crear productos de calidad, sino exclusivamente el lucro económico, no teniéndose en cuenta las necesidades de los consumidores, ni las repercusiones medioambientales en la producción y mucho menos las consecuencias que se generan desde el punto de vista de la acumulación de residuos y la contaminación que conllevan. Esta práctica ha creado un creciente malestar entre los consumidores, por lo que en tiempos recientes, activistas, medios de comunicación, organizaciones e incluso los mismos consumidores y varias empresas están llevando acciones para revertir esta práctica.

Los antónimos de obsolescencia programada son alargascencia y durascencia.

https://retina.elpais.com/retina/2018/10/16/tendencias/1539700237_455182.html

…¡saLtos de amor!

millones de diminutas maraviLLas dibujando atardeceres en el aire…

genética aplicada al grito de «a la de una, a la de dos, a la de tres… ¡ya!»,

quererse ocupando lugar,

«todos a una»

la alegría cuando está de vacaciones,

la palabra «juntos» en su empeño de recorrer kilómetros,

el amor paralizado,

-ólo por un instante-

-sólo por un mili segundo-

para conseguir meter puñados de instantes de felicidad en una foto.

Todos en la playa

Fotografía: Donde las eLes encuentran su nombre. Atardecer del 31 de Agosto de 2019. Juntos. Albufeira. Portugal.  Copyright ©.

 

…el salto del eLefante…

y sus maneras…
esa forma de «no poder» pero «sí querer»,
la grandiosidad de su torpeza,
de su cacharrería,
de seguir el misterioso camino de los puntos suspensivos como si fueran baldosas amarillas…
…..
de regaLar globos y deshacer enredos de corazón,
de encontrar en el «fuera de contexto»…
un lugar maraviLLoso para salir a pasear.

elefante regalando globos

elefante saltando gift

 

“Nunca se sabe que encontrará uno tras una puerta. Quizá en eso consiste la vida: en girar pomos.”
Albert Espinosa.