El vaLor de un beso…

cuando el proceso se hace casi imposible en los tiempos que corren…,

cuando sobran ganas y falta tacto,

cuando vienen curvas en una carretera recta,

cuando el ¿cuándo? es el problema,

cuando el ¿cómo? es una incógnita,

cuando «querer es poder» no vale de mucho,

cuando tener a quién amas en casa en esta cuarentena es una auténtica maraviLLa,

cuando besar no es para tanto, es para demasiado,

cuando ella no lo sabe pero no le hace falta pintalabios para marcar su aLma, cuando él lo desconoce pero le sobran ilusiones para regalárselas.

Como cuando es el día internacional del beso…

y sonríes…

sólo porque puedes darLo y recibirLo.

 

beso proceso

El sinsentido de los sentidos…

ese vacío tan LLeno y ese LLeno tan vacío,
nuestro caos cuando está en orden,
el hilo rojo cuando simplemente es el envoltorio de unos pasteles,
las montañas rusas para los juegos, no para las emociones,
como cuando la vida es tan bonita que a veces se despista,
como cuando es el ruido el que no te deja ver,
como cuando el viaje más emocionante que haces se llama «casa»,
como cuando «como y cuando» no funcionan como adverbios interrogativos.

El sinsentido de mis sentidos…

ese que convierte en piña de aplausos los balcones vecinos de mi hogar,
y te manda por unas vías de tren imaginarias a ese lugar de pequeñas cosas…

en el que encuentras tu sitio,

con un boleto…

de ida y vueLta.

piña casa

Dame tu mano…

como si estuvieras aquí…

como si no hubiera «en tu casa o en la mía»…

como si para florecer sólo necesitara imaginármelo…

como si este año mi cumpleaños tuviera como sorpresa poder abrazar a la gente que quiero…

como si en vez de café tuviera besos para desayunar…

como si mi regalo viniera envuelto en abrazos apretados, de los de muy cerca, de los de «me quedo», de los de «todo pasará».

Dame la mano…

y deja que las margaritas hagan el resto,

que entre la luz a raudales por mis ventanas,

para que nazcan de todas las ganas que sembraste,

para que crezcan de cada uno de tus síes,

para que no deshojen la primavera,

y que conviertan después de este «quédate en casa» en blanco y negro,

un maravilloso mundo de arcoíris de coLores.

mano con barro y margarita

Él la preguntó…¿Dónde está tu recuerdo favorito?

Y ella lo tuvo claro: -En tus ojos.