Cuestión de respiros…

de contar hasta diez,  hasta once y hasta donde nos lleguen los números,

cuestión de aprender que quizá no era la prisa la dueña de nuestras vidas y sólo la poníamos de excusa para no pensar en lo que debíamos pensar.

Cuestión de tiempo, y de tiempos…

en los que darnos cuenta que necesitamos más de lo necesario a personas y a cosas sólo para distraer a la vida de lo verdaderamente importante.

Cuestión de segundos consecutivos en los que coger el toro por los cuernos, en los que no mentir-nos, en los que hablar con el ser humano que tenemos dentro,

minutos en los que no vendernos la moto con conversaciones banales en nuestra realidad virtual, en nuestras redes sociales, en nuestro universo paralelo, que nos aplauden el ego pero que nos vacían el corazón.

Cuestión de rutina… y de respirarla de una vez por todas, de mirarla cara a cara,

de esa rutina que no valoramos y que es nuestro verdadero país de las maraviLLas,

la luz de la sombra,

nuestro bien más preciado,

nuestra belleza del ser…

nuestro hábito del estar…

la descomunaL heroicidad

del quedarse.

chica en pared

 

 

 

Querido universo…

estoy enfadada contigo,

¡muy enfadada sí!

por todo lo que está pasando, por no ser capaz de gestionar el desgaste emocional que está generando tanto virus que le quita la corona a cualquier rey, y que vuelve más indefensos a nuestros ancianos…

enfadada contigo…

por privarme de los abrazos de los que amo,

de las carcajadas en directo,

por aislarme en una burbuja de quereres que tengo que dejar a metro y medio.

Querido Universo…

estoy enfadada contigo…

pero a la vez te entiendo,

te entiendo tanto… que he empezado a pensar que no sé en qué momento dejamos de sonreírte, y de devolverte cada maravilla que nos regalas,

comienzo a entender que sólo necesitas un único gesto de estos seres humanos que te habitamos,

ese que nos pides con cada lluvia, con cada amanecer, con cada arcoíris que dibujas en el cielo,

ese que nos suplicas cada vez que nos envías margaritas en primavera,

ese que te empeñas en adornar con olas de espuma en las playas y con estrellas de mar de colores,

ese que no dejamos de ensuciar, de pisotear, de boicotear con plásticos, de matar con humos.

Querido universo…

¡hagamos una tregua!

aplaudiremos tus encantos con solidaridad en cada balcón,

reciclaremos más,

comeremos mejor, nos abrazaremos mejor, querremos mejor,

equilibraremos nuestros desequilibrios…

pero sobretodo querido universo…

te cuidaremos mejor.

¿trato hecho?

Mariquita cuarentena

Fotografía: Donde las eLes encuentran su nombre.  Copyright ©.
-Dime algo tan bonito por lo que merezca la pena no poder hablar.
-Un ataque de risa.