Volveremos a los coLumpios…

volveremos a encender la luz de las calles,

volveremos a ver cómo se pintan arcoíris en el cielo mientras viajamos,

volveremos a revivir a golpe de abrazos,

volveremos a dar la mano en lugar de señalar,

volveremos a jugar a piedra, papel o tijera a centímetros de distancia,

volveremos a ser vulnerables a los besos de cerca,

volveremos a creer que todo es posible,

volveremos a vivir en modo fácil, así como quién sale a dar un paseo por la calle y es feliz,

volveremos a comer en una mesa larga y con muchas sillas llenas,

volveremos a no oírnos por las risas,

volveremos a hacer todo lo simple, todas las cosas pequeñas que no valorábamos y las convertiremos de nuevo en lo que nunca debieron dejar de ser… cosas gigantes,

porque querido universo…

ya te hemos entendido.

columpio

Mis Letras encadenadas…

se lían irremediablemente a cualquier sueño,
a las estrellas,
a la luz del sol,
a los recuerdos que huelen bien,
a los vídeos de youtube que hacen reír,
al arcoIris,
se atan fuerte a todo el que pase a su lado y sonría,
se aferran a la idea de viajar,
al camino,
a las fotos que están por llegar,
a la música que está por escuchar,
a decir tonterías horas seguidas, palabra a palabra, sílaba a sílaba,
a los seres humanos con los que se pueden decir esas tonterías,
a las risas,
a llorar con y por una peli,
a escuchar a Serrat cuando están sensibles
a cantar en el coche cuando vuelven a casa,
a su fanatismo por evitar los seises,
a la pLaya,
a León y a sus puentes,
a sus increíbLes cinco,
a su indispensable piLar, a su loco gordito de la guarda,
se aferran a los agostos aunque estemos en Octubre,
a los años nuevos,
a la lista de deseos imposibles antes desayunar,
a los tio vivos,
a los «ahora»,
al futuro,
a tenerle fe,

a los «todo irá bien»…

se aferran a… dejarse ser…

siendo eLLas.

tio vivo

Fotografía: Donde las eLes encuentran su nombre. Copyright ©.

-¿Y cómo acabó el cuento?

Prometieron amarse, respetarse y guardarse un columpio para cuando estuvieran tristes.

Te deseo un ser humano:

 

  • que sea música, no ruido.
  • que de vez en cuando te baje del mundo y te suba a un coLumpio.
  • que te agarre la mano y no te la suelte.
  • que se automedique con helado de chocolate.
  • que no rompa el mundo, lo arregle.
  • que esté enamorado de las amapolas, y las decLare su amor mientras estornuda desconsoLadamente.
  • que recuerde tristezas, muerto de risa.
  • que te diga cada mañana «a veces no, a besos sí».

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Fotografía: Donde las eLes encuentran su nombre. Copyright ©.

«¿Cómo prefieres el amor? 

-Correspondido y con mucho helado de chocolate.»

…¿y si inventamos* un árboL…

…que de coLumpios?.

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Fotografía: google.

*

Hipócrates, el padre de la Medicina, tenía una receta infalible para que las jóvenes griegas conservaran la figura: columpiarse. Pero además del uso lúdico, el columpio sobre todo ha tenido un sentido religioso.

En Grecia estaba vinculado a ciertos ritos dionisíacos, y de hecho, se atribuye su invención al Baco griego. En el cuadro “El descenso a los infiernos” aparece la heroína Fedra columpiándose, hecho que algunos relacionan con el mito del sube y baja, que representa el impulso que tiene el hombre hacia lo divino.

¿En las culturas agrícolas del Este de Europa (Letonia, Rusia…) era sobre todo un elemento mágico. Las jóvenes cantaban canciones sentadas en el balancín creyendo que tenía el mismo efecto que las plegarias a los dioses en la protección de las cosechas.