colgar la vida de la cuerda fLoja,
expLorar el tiempo en misión especiaL,
tirarse a las manillas del reloj desencadenando en cada miLisegundo un trocito de ahora,
encontrar el silbido correcto al disimulo adecuado,
entonar los días en un «mí» que se tumbe al «sol»…
Juega a caLendarios…
donde no puedas sembrar, contempLa,
deja al sentimiento a su ser (sin forzarse, ni esforzarse),
que el único pLan sea seguir caminando,
elige tu playlist para el viaje, sus notas sostenidas, sus compases, sus ritmos disonantes, sus pausas, sus monotonías…
déjate ir, bebiendo ayeres, fumando porvenires, vomitando experiencias,
que la complicidad te pille sucediendo, antes de que algo suceda.
Juga a caLendarios…
¡improvisa oLvidos!
¡comete errores!
¡perdónate!
porque quizá el pecado capital del vivir…
sea no vivir, sea no pecar.