de lanzarse al agua aunque cubra,
de poner la mano en el fuego,
de confiar a pesar de no creer,
de mirar de adentro hacia afuera, en lugar de hacerlo de arriba abajo,
de jugar al póker sin ases en la manga,
de encontrar tarde y querer pronto,
de tirar las incertidumbres* y todos sus principios* al cesto de la ropa sucia,
de poner el programa largo de tu lavadora,
de decir «te quieros sin venir a cuento»,
de matar los miedos a verdades,
porque cuando se tiene valor de tener vaLor…
-ya estás cotizando al alza-
y mientras caes al vacío...te das cuenta que entre soltar y dar rienda suelta…
sólo hay una sonrisa de por medio,
y esta vez…
es la tuya.
-¿Por qué eLLa?
Seré breve, porque cuando sonríe, confunde a los girasoles. Perdí el norte pero encontré un tesoro.
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En mecánica cuántica, la relación de indeterminación de Heisenberg o principio de incertidumbre establece la imposibilidad de que determinados pares de magnitudes físicas observables y complementarias sean conocidas con precisión arbitraria. Sucintamente, afirma que no se puede determinar, en términos de la física cuántica, simultáneamente y con precisión arbitraria, ciertos pares de variables físicas, como son, la posición y el momento lineal -cantidad de movimiento- de un objeto dado. En otras palabras, cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una partícula, menos se conoce su momento lineal y, por tanto, su masa y velocidad. Este principio fue enunciado por el físico teórico alemán Werner Heisenberg en 1927.