El poder del entusiasmo..

se apasiona con lo insignificante,

no necesita grandes tesoros para iLusionarse,

es capaz de convertir un trozo de papel en un gritito de felicidad,

se apaña con los calcetines desparejados que encuentra por casa para encontrar un sentido al día,

se da a entender con la primera sonrisa del amanecer,

utiliza un lenguaje que nos deja sin palabras…,

guarda el miedo en una maleta y consigue llevarnos a todos «a soñar despiertos» con sólo levantarse de la cama,

se coloca en el lado del corazón que no se rinde,

y convierte el verbo «amar» en algo menos terrestre.

El poder del entusiasmo…

y su maraviLLosa forma de desmedir el tiempo.

  • – Pequeña ¿y le creíste?
  • – Si mami, los elefantes son azules.

Entre los dedos de sus pies…

Siempre encuentro la manera de rearmarme,

la realidad se sube a un columpio, y cualquier ruido es bulería.

Entre los dedos de sus pies…

juguetea el universo con mis cosquillas,

el alma se me alborota y sólo acierta a sonreír sin medida.

Entre los dedos de sus pies…

la casa se convierte en hogar, el amor va sin retorno y mis suspiros bajan en tobogán.

Entre los dedos de sus pies…

mis deseos se cumplen… el planeta es un poquito mejor, y se me olvida lo que está roto.

Entre los dedos de sus pies…

la bañera de casa se transforma en océano y el altavoz de mi mesilla de noche se convierte en una caja de música… -con el mar dentro-.

Entre los dedos de sus pies…

las palabras vueLan en un avión de papel,

y el mundo está lleno de primeras veces.

Entre los dedos de sus pies…

la ternura se vuelve un arma de construcción masiva,

y no paro de desear que sus deseos se cumplan.

Entre los dedos de sus pies…

él llegó para quedarse, y eLLa para maraviLLarnos.

Porque entre los dedos de sus pies…

yo aprendí a olvidar los míos y volví a usar mis aLas.




Fotografía: Donde las eLes encuentran su nombre. Daniel y Daniela 2022. Copyright ©.

Mi querida ser minúscuLa…te dejo un legado de paLabras…

…en el que crezcas bonito, en el que encuentres tu sitio, (como yo lo hago en este rinconcito de entrelíneas que aprenderás a leer algún día).

Una herencia de letras en las que descubras el gran mundo de las iniciales, las comas, sus comillas, los puntos aparte, los seguidos y el punto final.

Una retahíla de a, e, i, o, u, que te lleven a la palabra que tú elijas decir en cada momento.

Un ton y un son de caricias susurradas entre frases cortas como un «Te quiero», un «Vuela alto», o un «cuenta conmigo» resonando en bucle.

Muchas notas de colores que te hagan cantar por Camarón, bailar al ritmo de música electrónica y reflexionar con Ismael Serrano las tardes de domingo.

Un ¡que sí!, ¡que no!, o que ¿tal vez? con todos sus signos de interrogación.

Palabras en las que te veas reflejada, palabras con las que no estés de acuerdo, palabras que te lleven de viaje a buscar un tesoro, palabras, palabras, palabras…

Una pizca de «no sé», un puñado de certezas, un billón ochocientos cincuenta gramos de preguntas, y un número incontable de frases que te digan a cada paso que des:

¡que eres una persona importante, que ha nacido para usar palabras bonitas, para respetar el universo, para disfrutar de él, para vivir la felicidad con el sustantivo «sonrisa»*!

pero sobre todo y ante todo… para que siempre tengas un cuento que llevarte a los ojos… en el que leer palabras que nunca se las lleve el viento,

y para que seas el ser humano feliz que ya que eres…

¡por siempre jamás!

*Sonrisa. Sustantivo femenino. Acción o efecto de sonreír, una contracción espontánea de la musculatura facial que expresa placer o ansiedad.