Busca la manera…

de ser de mayor lo que fuiste de pequeño,

de iLusionarte con cada sorbo de café de las mañanas,

de leer entre líneas cuando las frases parecen no decir nada,

de expresar con palabras lo que no tiene letras,

de que el amor sea autosuficiente,

de pasarlo bien contigo.

Busca la manera…

de encontrar la felicidad dentro, no al lado de nadie,

de estar,

-a veces tus seres favoritos sólo necesitan eso-

de soltar el ancla que te une al pasado,

de perder el barco que te lleve al futuro.

Busca la manera…

de vivir…

AHORA

Elije destino…

que yo pongo las aLas,

aLas de todos los pájaros de mi cabeza,

aLas de cada mariposa que revolotea por mi tripa,

aLas para volar de nuevo cada vez que te caigas,

aLas que sequen tus lágrimas cuando estés triste,

aLas que no te pregunten ¿quieres? sino que te digan ¡toma!,

aLas que te aleteen canciones que te hagan sonreír,

aLas pintadas de tu color favorito,

aLas en mis pestañas para besar tus miedos,

aLas que no se caigan en las malas,

aLas que no pierdan la fe, que sólo se vayan a mover una montaña,

aLas…

que te hagan recorrer paisajes enteros…

en los que el eco te devuelva vida.

Fotografía: Maurizio Raffa.

…aL son del aire…

dejándote llevar,

como cuando quieres y puedes,

en el punto exacto donde el cielo te susurra a gritos «¡vive!» en el oído,

a golpe de música de viento,

escuchando acordes de soL a cada uno de tus pasos,

construyendo castillos en el aire donde sólo había «ójalas»,

convirtiéndote en una fiesta para todos mis sentidos,

…aL son del aire…

dejándote llevar…

-al sitio de mi recreo-

al lugar preciso en el que la suerte decidió habernos coincidido.

Fotografía: Donde las eLes encuentran su nombre. San Pedro de las Dueñas. León. 29 de Agosto de 2020.  Copyright ©.

Date una tregua…

de esas que ponen en cuarentena tu diálogo interno,

de las de “existo y luego pienso”,

de aquellas que ven con amor al otro y que eso no cambie al otro, sino que te cambie a ti,

de esas en las que se diga lo que se diga y se escriba escriba lo que escriba, sea el comportamiento el único que tenga la última palabra.

Date una tregua…

en la que quedarte a dormir una siesta en las que viajes al país de las maravillas,

en los que haya azules que inviten al mar,

en la que seas el protagonista de la calma,

Date una tregua…

para que las ballenas hagan kilómetros y kilómetros para mirarte mientras las observas,

para que esta vez sea la Luna…

la que pida vistas a tu balcón.