La hora del ti…

de empezar el día en primera persona,

de un abrazo meciéndonos las semana,

de hacer balances de los «síes» y los «noes» que dimos,

de ser feliz a pedacitos, uniendo los cachos de los «tú» pasados,

de hacerse un hueco entre lo que vendrá y lo que está pasando,

de que se acabe la partitura y sigamos bailando,

de que seamos lo que todo el mundo busca,

de no conformarse con dibujar sonrisas, sino de querer colorearlas,

de que las casualidades existan, no insistan,

de vivir como si no pasara nada,

de caerme de tu guindo y dormirme en mis laureles.

La hora del té…

del tú, del ti, del yo

-de viernes-

-¿Tanto te gusta?

– Del uno al demasiado, más.