…y entonces apareció éL…

para empezar la peli desde el principio,

desaprender lo aprendido y colocarlo por fin en el sitio correcto,

para volver ir al cine por primera vez en el sofá de tu casa,

y reír de la mano de la rutina mientras preparas café a las seis de la mañana.

… y entonces apareció eLLa…

para cuadricular sus círculos,

y ser cabezota a besos,

para aliñar su calmita con pequeñas dosis de prisa,

para encontrar el punto medio de los cuentos felices.

…y entonces aparecieron eLLos...

y encajó la pieza de sus puzzles…

…en la letra exacta donde coinciden sus nombres…

para que pudieran jugar por siempre jamás a las palabras encandenas.

L—- & —–L

Fotografía: Donde las eles encuentran su nombre. Amor capicúa. Enero 2020. Laura y DanieL, Febrero 2020.

La hora del ti…

de empezar el día en primera persona,

de un abrazo meciéndonos las semana,

de hacer balances de los «síes» y los «noes» que dimos,

de ser feliz a pedacitos, uniendo los cachos de los «tú» pasados,

de hacerse un hueco entre lo que vendrá y lo que está pasando,

de que se acabe la partitura y sigamos bailando,

de que seamos lo que todo el mundo busca,

de no conformarse con dibujar sonrisas, sino de querer colorearlas,

de que las casualidades existan, no insistan,

de vivir como si no pasara nada,

de caerme de tu guindo y dormirme en mis laureles.

La hora del té…

del tú, del ti, del yo

-de viernes-

-¿Tanto te gusta?

– Del uno al demasiado, más.

La debiLidad…

ese lugar donde se mira y no se quiere ver,

el segundo plano de la energía,

la frontera entre lo que parece y lo que es,

ese estado en el que la fragilidad está expuesta a la máxima potencia,

una fantástica declaración de «así también soy yo»,

la multitud llena de soledad,

tu fortaleza sin defensas,

esa lágrima acompasada por la fragilidad,

un par de versos que no se atreven a convertirse en poema,

¡tu tú más tú!

contigo dentro

dejándose abrazar.

¿Y que me dices de su forma de amar?

Ella amaba como colorean los niños, sin tener en cuenta los límites.

Cuando los gestos habLan…

y se puede creer ciegamente en lo que se ve y no en lo que se oye…

el mundo se convierte en un lugar maravilloso en el que habitar,

un sitio de fuegos artificiales con mímica aplicada a los «quereres» que sí pueden ser,

donde las personas que importan te abrigan cuando afuera es realidad,

donde para esa boca, cualquier palabra es beso,

donde la política se defiende a capa y sin espada,

donde el amor es un escondite a todas luces,

donde se vuelve a ser niño, y cuando se te cierra una puerta, dibujas otra,

ese lugar

en el que sacar la lengua

y

esbozar una sonrisa…

se convierten en los mejores representantes de un aLma.

¿A dónde te apetece ir?

Y entonces ella le dió la mano…

-y eso significaba «contigo»-

Risas por nada, que sirven para todo…

de las vacías de pretextos y de las llenas de ganas,

esas para las que no hacen falta etiquetas,

en las que un Lunes suena a viernes,

las que tienen como melodía un «¿qué, cómo, cuándo, dónde? y contigo»,

de esas de «ven» y de cómo tres letras pueden ponerte la piel de gallina,

risas con calidez de entusiasmo que susurran «te quieros» sin venir a cuento,

con las que bailas al son de margaritas que dicen «sí»,

carcajadas de «no sé qué» que saben a «no sé cuanto»…

Risas por nada… que sirven para todo,

porque sólo los viajes…

en los que se nota a kilómetros de distancia quién te quiere tener a centímetros,

son los que van a cuaLquier sueño.

¡Déjate el aLma en el intento!

para que cada fallo cuente,

para que exprimas tus ganas hasta el último deseo,

para que quedarse sea empeñarse en no irse,

para que las fantasías se conviertan en un lugar inolvidable,

para que cuando te interese alguien…, se note,

para que los amigos sean amigos de verdad, no un sumatorio de facebook,

para que estemos llenos de zumo de naranjas enteras, no de cosas a medias,

para que de los miedos aprendas: ¡que son ellos o tú!,

para que marcar grandes diferencias, sea intentar sumar pequeños detalles,

para que la parte bonita del sexo, sea terminar haciendo el amor,

para que un aniversario no sea una vara de medir, sino una celebración de un sentimiento,

para que el instinto le de las gracias a tus sentidos,

para que no te sientes a esperar lo que tienes ganas de que te pase,

para empeñarse en desempeñar,

para que los abrazos se disfracen de pasos hacia delante,

para que un intento…

siempre sea…

una buena decisión.

Ella le preguntó: ¿Tienes un minuto?.

Él dijo: No pero lo hago.

-Así funciona la cosa cuando se quiere de verdad-

Largo y tendido…

porque cabes en todo lo que me queda por hacer,

porque el amor no hace temblar y sí vibrar… y no… no es lo mismo, 

porque me das clases magistrales de calma en cada siesta,

porque elegiste estar a mi lado cuando no era lo fácil y eso es de valientes.

Largo y tendido…

como todo el tiempo que me queda por besarte,

como cada lágrima que se come tu risa,

como el trocito de mar que me traes cada vez que vuelves a casa,

como el amor cuando se demuestra.

Largo y tendido…

por cada partida de trivial que no ganamos pero de la que aprendemos,

por el verbo «ser, estar y quedarse» conjugado a la vez,

por tus rizos, por los míos, y por esa increíble obra de arte que formamos cada vez que suspiramos,

por eso,

por lo otro,

y  por lo de #más aLLá.

…arrugas que cuentan historias…

historias de vida vivida,

de errores, de aciertos,

de incertidumbres que ya no lo son,

de principios con sus finales,

de vueltas a empezar,

de caerse y de levantarse,

de lugares seguros en los que quedarse a vivir,

de pasado pintado en las manos,

de heridas curadas con cicatriz,

del libre albedrío que hoy es en lo que te ha convertido,

de cuentas, de cuentos, de cantes,

de olor que huele a tacto,

de abrazos que te reiniciaron,

de personas favoritas guardadas en canciones,

de laberintos que se convirtieron en casa,

de ti,

de tus manos…de tus arrugas…

de tu maravillosa historia.

«Yo: Hola Dios.
Dios: Hola …
Yo: Me estoy desmoronando. ¿Me puedes volver a armar?
Dios: Preferiría no hacerlo.
Yo: ¿Por qué?
Dios: Porque no eres un rompecabezas.
Yo: ¿Qué pasa con todas las piezas de mi vida que se caen al suelo?
Dios: Déjalos allí por un tiempo. Se cayeron por una razón. Déjalas estar allí un rato y luego decide si necesitas recuperar alguna de esas piezas.
Yo: ¡No lo entiendes! ¡Me estoy rompiendo!
Dios: No, tú no entiendes. Estás trascendiendo, evolucionando. Lo que sientes son dolores de crecimiento. Estás desprendiéndote de las cosas y las personas en tu vida que te están reteniendo. No se están cayendo las piezas. Las piezas se están poniendo en su lugar. Relájate. Respira profundamente y deja que esas cosas que ya no necesitas se caigan. Deja de aferrarte a las piezas que ya no son para ti. Deja que se caigan. Déjalas ir.
Yo: Una vez que empiece a hacer eso, ¿qué me quedará?
Dios: Solo tus mejores piezas.
Yo: Tengo miedo de cambiar.
Dios: Te sigo diciendo: ¡NO ESTÁS CAMBIANDO! ¡ESTÁS CONVIRTIÉNDOTE!
Yo: ¿Convirtiéndome, en quién?
Dios: ¡Convirtiéndote en quien yo creé para que fueras!
Una persona de luz, amor, caridad, esperanza, coraje, alegría, misericordia, gracia y compasión.
Te hice para mucho más que esas piezas superficiales con las que has decidido adornarte y a las que te aferras con tanta codicia y miedo.
Deja que esas cosas se te caigan. ¡Te amo! ¡No cambies! ¡Conviértete! ¡No cambies! ¡Conviértete! Conviértete en quien quiero que seas, en quien creé.
Voy a seguir diciéndote esto hasta que lo recuerdes.
Yo: Ahí va otra pieza.
Dios: Sí. Deja que sea así.
Yo: Entonces … ¿no estoy roto?
Dios: No, pero estás rompiendo la oscuridad, como el amanecer. Es un nuevo día. ¡¡Conviértete!! ¡¡Conviértete en quien realmente eres!!”. Anónimo.

…un ojaLá…

que me de la mano,

que enlace palabras a los enredos de mi pelo,

que me regale pasión en cada colada que tiendo,

que no se apaguen los deseos que están por venir,

que la mentira no encuentre su sitio mientras gira la lavadora,

que cambie las lágrimas por fLores,

que el tiempo no pese, que pase,

que las cosas sean sencillas, no fáciles,

que ni facebook, ni twitter, ni ningún instagram sean nunca nuestro norte,

que los amigos no sean almacenables,

que el amor sea de verdad, aunque dure diez minutos,

que las únicas dudas que se tengan sean si el vestido te lo pones rosa o azul,

que…ojaLá…

aprendamos por fin de los errores y los convirtamos en aciertos.

que…ojaLá…

ningún ojaLá sea imposibLe.

…ojaLá Pau Donés nos siga cantando desde el cieLo…

Querida nueva normalidad…

no te reconozco,

porque no eres normal, porque extraño la cercanía de la antigua,

porque echo de menos los abrazos cuando te encuentras a alguien que quieres,

porque los vinos ya tienen distancia de seguridad,

porque a las vidas que me gustan no se les ve la cara,

porque te miro y no te veo,

porque estás pero no te encuentras,

porque pareces la misma que hace tres meses pero no lo eres,

porque me tendré que acostumbrar a no besar y no me apetece,

porque a nuestro pesar… esta vez la pesadilla… no ha sido sólo un mal sueño,

porque la verdad… es que nada ha sido mentira.

Querida nueva normalidad…

¡danos un respiro!

que queremos sonreír…

y que se nos vea.