La maraviLLosa distancia de los centímetros…

esa que estás deseando que suceda cuando te vuelves a ver,

cuando llega el momento de quererse a rabiar…y vas y puedes pero no debes,

la que no espera a los metros,

el milímetro milimétrico que se mide en abrazos,

ese que llevamos meses esperando y nos deja sin palabras,

lo que era antes normal y ahora nos soprende,

el instante en el que decides, y que conviertes «un sí o un no» en algo que te puede cambiar la vida,

cuando la palabra «juntos» se vuelve casa,

esos centímetros… que en nuestro «hoy» nos cuesta tanto gestionar,

los que deseas con todas tus fuerzas y a los que a su vez sabes que no puedes sucumbir…para proteger a los que más quieres…

la distancia del amor…

cuando querer mucho a alguien es sinómimo de seguir multiplicando centímetros,

esos dos segundos de sus risas a dos metros y que son suficientes para que te sientas de nuevo vaLiente,

esos maraviLLosos centímetros de distancia…

con los que tendremos que seguir soñando para que se conviertan en reaLidad.

Puntuación: 5 de 5.

KiLo y medio de sueños…

de los que puedes imaginar a granel,

sin necesidad que estén metidos en su envase,

sin contarles cuentos para que se duerman,

con tormentas que no atormentan, de esas que sólo huelen a tierra mojada,

sueños al libre albedrío

de los que cuando tiras la toalla, te envuelven en la suya,

sueños de precipicio, de esos que te aterran y te fascinan a la vez,

de los que se pesan en báscula antigua, sin restarles ni un sólo ápice de maravillas…

ochocientos gramos de ganas de ser lo que quieras ser en cada uno de sus intentos por convertirse en realidad,

kiLo y medio de sueños para desayunar, para comer y para cenar…

Kilo y medio de sueños para poder dormir…

¡despierto!

Fotografía: Kent County. Mennonite. Canada. 15 de Junio de 1996

Puntuación: 5 de 5.

¡Sé la luz de tu sombra!

¡Sí!, esa que salta cuando tú no tienes ganas,
¡Sí!, esa que abraza a distancia, que es como enviar refuerzos,
¡Sí!, esa que no se oculta de lo que le da miedo,
¡Sí!, esa que te espera a la vuelta de la esquina para sorprenderte con sus brillos,
¡Sí!, esa que suelta a la persona que solías ser y le da la bienvenida a la que te has convertido,
¡Sí!, esa que le da existencia a cualquier hubiera,
¡Sí!, esa que parece que no te da nada, pero te da su tiempo,
¡Sí!, esa que dice síes a los noes para que puedan existir los «tal vez»,
¡Sí! esa que se convirtió en piedra y que te trajo hasta aquí de un sólo salto.

¡Sé la luz de tu sombra!

porque sólo así la destacarás del fondo.

da un salto

¿Y cómo sabes que te quiere?

Porque no me niega, porque no me esconde entre las sombras…

porque ¡me presume!.

El mundo de los «ojaLás»…

de los deseos hilvanados a la pata de mi cama,

de esos que no se pueden pedir por amazon en un sólo clic,

de las cosas que no son cosas, que son las que son más importantes,

de los silencios anhelando el ruido de los abrazos,

de la piel de gallina calmando su tiritona,

de las nubes que coges con un alfiler para envolverlas como regalo,

de un «perdóname» dándole la mano a un «no hace falta»,

de los amores correspondidos durmiendo en la misma cama,

de conseguir lo que te propongas a base de besos desenredados,

de esa declaración de intenciones cuando se hace realidad,

de las palabras cuando abrigan y te quitan las lágrimas de los ojos,

del corazón haciendo calceta con los abrazos que están por venir,

de tí, de mí, de nosotros…y de todos los «continuará» que escribiremos juntos,

de la ternura… cuando levanta barricadas,

…de los ojaLás*…

y de la maravillosa manera en la que el universo confabula para que sucedan.

Las reglas del juego por Chema Madoz

Las Reglas del Juego. Chema Madoz.

*Ojalá: Interjección. Denota vivo deseo de que suceda algo.

https://www.youtube.com/watch?v=JB8c9deYEfE

…¡Date un abrazo!…

de los de encuentros en la tercera fase,

así sin pedir permiso,

con alevosía y premeditación,

sin mascarillas que valgan,

con el virus del «yo si puedo» inoculado en todo tu ser,

sin preguntarte un ¿por qué si? ni un ¿por qué no?,

con un diente de león susurrándote al oído,

sin que la libertad la defina un estado de alarma,

con un «sin» con un «con»,

sin el libre albedrío pisándote los talones,

con el sol atardeciendo en tu retina,

sin miedo a tener miedo,

en la salud y en la enfermedad y cuando reniegues de la vida…

…¡Date un abrazo!…

-de esos de oso-

y dos, y tres…

hasta el infinito…

y más aLLá.

diente de león y sol

RefLeja…

¡te!

en cuaLquier espejo que te devuelva tu mejor versión,

en esos ojos que te recuerdan cada día lo guap@ que eres, aunque ese día no lo estés,

en esas canciones que te pones para sonreír,

en los miedos a los que ya no tienes miedo,

en las flores que salen esta primavera contra viento y marea,

en esas conversaciones que relees y que siempre te abrazan,

en la amabilidad que te devuelven los columpios en cada balanceo,

¡RefLéjate!

en todo lo bonito que puedes llegar a ser,

en esa fe que se fue a mover una montaña,

en el dolor del que llora, para así poder acurrucarlo,

¡RefLéjate!

en el «te quiero» más maravilloso jamás contado,

en ese amor de rutina que te acompaña por la mañana en cada desayuno,

en ese ser que siempre está ahí a pesar de tus sombras.

¡RefLéjate!

porque así podrás refLejarLe a tu pronombre personal «ti» favorito…

la Luz que te dedica.

alivio