así, sin más,
cada vez que te levantas por la mañana y tu cara de entusiasmo al verme amanecer me recuerda que se puede querer a rabiar.
Me caes bien,
así, sin menos,
porque haces que la palabra «fáciL» sea más fácil todavía,
y los enredos de mi pelo, se desenreden entre tus latidos del corazón.
Me caes bien,
sin argumentos, sin pretensiones, -como no puede ser de otra manera-,
sin forzar ni un ápice de sonrisa en mi cara.
Me caes bien,
por la mañana, por la noche, y hasta cuando Morfeo me secuestra para ausentarme del mundo de los despiertos.
Me caes bien,
desde el primer café del día…
porque me haces mejor,
porque querer significa decir muchas veces «lo siento» y que no pase nada,
porque conviertes la palabra debiLidad es una sucesión de letras…
que mimadas al son de besos de mariposa,
cambian su significado…
y
se LLenan de fortaLeza.