con palabras amabLes,
de la mano,
que se sienta bien estando bien,
ayúdale a enfocar,
a encontrar la justa medida,
la constancia,
el «poco a poco»,
enséñale que con la fuerza de voluntad suficiente se puede llegar a ser invencible,
a no entrar en cacharrerías aunque el corazón y sus instintos…
parezca que se lo están ordenando,
explícale también que de vez en cuando es necesario tomarse un respiro,
salir al recreo,
desbocarse,
-comerse esa palmera de chocolate o dar ese beso-
y que sí…
que es verdad,
¡»lo que hay…es lo que hay»!,
pero que siempre siempre se puede encontrar la perspectiva correcta para acolchar el punto de fuga, y para andar hasta él con pasos alegres,
Entrena a tu elefante,
mímalo,
hazlo fuerte para los golpes, que los habrá…
y enséñale a levantarse,
a hacer burpees,
porque la fragilidad siempre es fuerza si la tratas de manera correcta,
pero sobretodo y ante todo,
hazle entender que…
«lo más importante en esta vida,
es que lo importante
sea siempre lo más importante.»
«Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía: la voluntad»
(Albert Einstein).
«Nuestro cerebro es un jinete a lomos de un elefante. El jinete representa la parte racional mientras que el elefante es la parte emocional. El jinete siempre intenta dirigir al elefante, pero no siempre es fácil, ya que el jinete es débil y el elefante es muy difícil de domar… Necesitamos a ambos, tanto al jinete como al elefante, pero necesitamos que funcionen en equipo». Mago More.