y mariposas,
y dientes de león,
y girasoles,
y cosas que no sean cosas,
y trenzas en las que jugar a enredar los rizos de su pelo,
y mordiscos a la luna cuando está entera,
y lo imposibLe siendo posibLe,
y la emoción cuando contradice a mil razones,
y los » te quieros» en medio de un ataque de risa,
y las sobremesas en las que el debate consiste en…
¿si irse a vivir a Marte o a Venus?,
y, y, y…
y la iLusión… cuando se convierte en muchosidad,
y en lugar de tener frenos…
tiene aLas.
-¿Por qué nunca discutís?
-Porque no se puede discutir contra la lógica aplastante de un niño.