La anatomía de un mordisco…

 

cuando se convierte en beso que «saca de quicio»,
cuando en cada “sí bemol” de cualquiera canción…canta un plan que no te quieres perder,
como a lo «inevitabLe»…cuando no se le puede tachar el «in»,
como un ratón que no encuentra el momento de sentarse con su queso,
como el amor que nos hace menos gente… pero mucho más humanos,
como un secreto cuando lo dices a gritos,
como esa voz… que se come tu sonrisa,
como esa boca…
que cuando paladea “tus vulnerabilidades”…
las convierte en la receta perfecta,
a la que en lugar de echarle miedo…
le echa aventura.

boca mordiéndose el labio

 

«Cuando entramos en el alma de alguien, deberíamos quitarnos los zapatos y caminar de puntillas; los lugares sagrados deben respetarse.»

Barbara Brussa