en los que eL amor es un escondite,
y es que en nuestra época…
ningún coLumpio estaba Libre.
Siempre se me ha llenado la boca diciendo que el amor era fortuito, una coincidencia, un atardecer de suerte en el que dos personitas se miraban a los ojos y a los labios sin venir a cuento, se decían a sí mismos “¿y por qué no?”, y, ¡plas!, beso al canto. ¡Bienvenidos a una relación […]
a través de El eslabón circular — Jarabe de Luciérnaga