…
… imposibLes antes de desayunar.
“Eso sí que no lo puedo creer», exclamo Alicia.
“¿Qué no lo puedes creer?”, repitió la Reina con un aire triste, “inténtalo de nuevo, respira hondo, cierra los ojos y cree”.
Alicia se rió. “No tiene sentido intentarlo», dijo, “nadie puede creer en cosas imposibles”.
“Yo más bien diría que es cuestión de práctica”, dijo la Reina. “Cuando yo era joven, practicaba todos los días durante media hora. Y muchas veces llegué a creer en seis cosas imposibles antes del desayuno”.
Alicia a través del espejo. Lewis Carroll.